Cuando se trata de mantener nuestro vehículo en óptimas condiciones, a menudo solo nos centramos en cosas un tanto superficiales, como cambiar el aceite o revisar los neumáticos. Sin embargo, hay una parte esencial pero a veces pasada por alto del mantenimiento del automóvil: los líquidos.
Los líquidos o fluidos no solo garantizan que tu auto funcione adecuadamente, sino que también aumentan su vida útil y seguridad al momento de conducir. En este artículo, exploraremos los líquidos que debes cambiar periódicamente para mantener tu vehículo en su mejor forma.
Aceite del motor
El aceite del motor es como el líquido vital para tu vehículo. Lubrica las partes internas del motor, reduciendo la fricción y previniendo el desgaste prematuro. Cambiar el aceite regularmente asegura que el motor funcione sin problemas y prolonga su vida útil.
La mayoría de los mecánicos recomiendan un cambio de aceite cada 5,000 a 7,500 millas, pero esto puede variar según el tipo de aceite y las especificaciones del fabricante de tu automóvil.
Líquido refrigerante
El líquido refrigerante, también conocido como anticongelante, mantiene el motor a una temperatura segura. Con el tiempo, este líquido puede contaminarse y perder sus propiedades, lo que puede llevar a sobrecalentamientos y daños costosos.
Verifica siempre el nivel del refrigerante y cámbialo según las recomendaciones del fabricante, generalmente cada 30,000 a 50,000 millas.
Recuerda que el líquido refrigerante, no es agua, no escatimes recursos al momento de darle mantenimiento, un buen líquido debe tener propiedades anticorrosivas.
Líquido hidráulico de frenos
El líquido de frenos es crucial para un sistema de frenado eficiente. Este fluido absorbe la humedad con el tiempo, lo que puede llevar a la corrosión de los componentes internos del sistema de frenos. Cambiar el líquido de frenos cada dos años aproximadamente garantiza que tus frenos funcionen correctamente y te ayuda a evitar situaciones peligrosas en la carretera.
Líquido de transmisión
El líquido de transmisión o de la caja de cambios, lubrica las partes internas que están en constante movimiento, asegurando cambios de marcha suaves y eficientes. Un cambio regular de este líquido, alrededor de cada 30,000 a 60,000 millas, protege la transmisión y previene costosas reparaciones. Si notas cambios bruscos en la transmisión o ruidos inusuales, es fundamental revisar y cambiar el líquido de transmisión de inmediato.
Usualmente, en el cambio del aceite de transmisión también se hace el cambio del líquido de la corona e incluso del transfer en el caso de que el vehículo sea 4x4.
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Líquido del limpiaparabrisas
A menudo pasado por alto, el líquido del limpiaparabrisas es esencial para mantener una visión clara mientras conduces, especialmente en condiciones climáticas adversas. Asegúrate de usar un líquido específicamente diseñado para limpiar parabrisas y rellénalo regularmente, especialmente durante las temporadas de lluvia o cuando viajas en carreteras polvorientas.
En términos de líquidos esenciales para el mantenimiento de un automóvil, hemos cubierto los principales. Sin embargo, hay algunos líquidos adicionales que podrían aplicarse en situaciones específicas o en ciertos tipos de vehículos, para ello lee completamente el manual de tu auto a fin de evitar futuros imprevistos.
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En conclusión, cambiar estos líquidos periódicamente es esencial para mantener tu carro funcionando sin problemas y prolongar su vida útil.
Además, un mantenimiento adecuado no solo te ahorra dinero a largo plazo, sino que también garantiza tu seguridad y la de los demás en la vía. Así que, la próxima vez que pienses en el mantenimiento de tu auto, recuerda prestar atención a estos líquidos vitales. Tu vehículo y tu bolsillo te lo agradecerán.
¡Conduce seguro!